Capítulo 14 - Neuropatía causada por la quimioterapia para el tratamiento del cáncer
Capítulo 14 - Neuropatía causada por la quimioterapia para el tratamiento del cáncer.
Algunos medicamentos contra el cáncer pueden causar sequedad, engrosamiento, agrietamiento o ampollas en la piel de las palmas de las manos y las plantas de los pies. Las uñas de los pies se decoloran, se engrosan y se vuelven quebradizas. Las uñas de los pies se encarnan y duelen. Se infectan fácilmente y, a veces, el tratamiento del cáncer debe suspenderse debido a una infección activa. Al igual que las personas con diabetes, las infecciones del pie pueden causar úlceras en los pies y la necesidad de una amputación.
Hay una clase de medicamento de quimioterapia que suprime ciertas señales de célula a célula para detener el crecimiento de tumores. Por ejemplo, los inhibidores de Mul-tiquinasa pueden causar muchos cambios en la piel. Los efectos secundarios comunes de la quimioterapia incluyen sarpullido, decoloración de la piel, sequedad en la piel y el síndrome de manos y pies. El síndrome de manos y pies, también se conoce como el síndrome de erithrodisestesia palmar plantar o PPE, y es causado por la exposición a medicamentos de quimioterapia y podría causar ampollas así como una erupción roja y descamada que parece una quemadura solar. El EPP afecta las partes del cuerpo donde la sangre tiende a acumularse, como las manos y los pies. Es muy probable que estos medicamentos se escapen de los vasos sanguíneos pequeños durante la quimioterapia.
Dentro de una o dos semanas después de comenzar la quimioterapia, es posible que sienta escozor u hormigueo en sus manos y sus pies. Durante unos días, puede desar-rollar enrojecimiento de las palmas de las manos y las plantas de los pies. A veces, la reacción se detiene allí y puede ser dolorosa y también puede interferir con sus ac-tividades diarias.
Algunas veces progresa a ampollas o acumulación de líquido debajo de las placas un-gueales, lo que puede ser muy doloroso. Eventualmente, las uñas de los pies se decoloran, se engrosan y se vuelven quebradizas, lo que se asemeja a una infección de hongos en las uñas de los pies. Si se forman ampollas o duelen las uñas de los pies, el tratamiento principal es el cuidado adecuado de la herida.
Por lo tanto usted debe ponerse en contacto con su médico. Lo que tiene que hacer es inspec-cionar diariamente las áreas afectadas, lavarlas con agua y jabón suave, usar calcetines y zapatos protectores y mantener las llagas abiertas cubiertas con apósitos adecuados. Claro está que, lo primero que debe hacer es discutir cualquier síntoma que tenga con su médico, quien puede derivarlo a un podiatra o especialista en el cuidado de heridas para recibir tratamiento. Personalmente yo uso prednisona o esteroides tópicos que pueden ayudar con la condición. Sequedad de la piel es otro efecto secundario común de la quimioterapia. Esto varía de leve a grave, y aunque no cause ulceración de la piel usted debe preguntarle a su médico cómo puede prevenir esta y otras complica-ciones que podrían poner en peligro sus pies. El cuidado adecuado de los pies es la clave. Debe lavarse los pies con un limpiador suave. Los jabones en barra general-mente tienen menos irritantes, como conservantes y fragancias, que los jabones líqui-dos. No use productos químicos agresivos en la piel, como alcohol, yodo o peróxido si su piel está intacta. Los limpiadores suaves matarán las bacterias que viven en la piel, por lo que no necesita usar un jabón antibacterial si su piel todavía está intacta.
Evite los jabones fuertes. Después de la limpieza, seque bien la piel. Use una toalla o un secador de pelo tibio y no se olvide de secar la piel entre los dedos de los pies; este es el lugar más común para el crecimiento de hongos o bacterias. A continuación, aplique una crema hidratante. La vaselina simple (como la vaselina) es una excelente opción y es económica y suave para la piel. Para la piel gruesa de los pies, use un hu-mectante queratolítico, que ayuda a exfoliar la piel con ácido láctico o urea. Amlactin, Keralac y Eucerin funcionan de esta manera. La prevención siempre es mejor cuando se trata de mantener los pies intactos durante la quimioterapia. Si la piel del pie comi-enza a descomponerse, consulte con su médico y obtenga atención de inmediato para evitar complicaciones.
